viernes, 2 de abril de 2010

RECUENTO DE UNA NOCHE DIFÍCIL.

Hoy quiero un dolor de muelas.

Hoy quiero quebrarme un hueso.

Hoy quiero un retortijón de panza, una migraña, un espasmo muscular. Hoy quiero que me den contracciones en los riñones o me duela la espalda como a finales de febrero. Hoy quiero morderme la lengua o que me sangre la nariz. Hoy quiero caerme de bruces, romperme la cara, vomitar por horas. Hoy quiero que me asalten y me golpeen y me destruyan el físico. Hoy quiero un balazo en las tripas, un hierro ardiente que me atraviese y gire, un galón de agua cayendo a gotas, una por una, en mi cráneo. Hoy quiero las torturas más crueles que la humanidad haya conocido.

Hoy quiero otro dolor, uno fuerte y profundo, para ver si así logro olvidar éste; el que traigo y me aniquila, que llena de vacío la boca de mi estómago, que entumece mis piernas y brazos, que nubla mi vista, que magrea mi corazón, que hunde mi cerebro en ácido. Hoy quiero que mi cuerpo recuerde lo que es sufrir y deje atrás lo que ahora siento.

Hoy quiero algo que me de perspectiva, que me diga que podría ser peor, que al menos respiro, que sigo vivo y eso podría ser algo bueno, que siempre hay un mañana, que todo sigue, que no todo puede ser color de rosa, que no importa perder sino intentar, que no se tiene que ser bueno en todo, que no se tiene que ser bueno en nada, que no se tiene que ser bueno, que todo es por ahora, que vendrán tiempos mejores, que todo pasará…

Hoy sólo quiero que no te vayas…



ALEJANDRO LÉRNER – CUATRO ESTROFAS.

No me quedan más disfraces para actuar,
no me quedan más palabras para no llorar,
no me quedan más sonrisas para dibujar
tanta felicidad que ya no tengo.

No me quedan más poesías para recitar,
ni tampoco melodías para improvisar,
no me quedan fantasías
para poder soñar un poco más.

No me quedan más bolsillos sin vaciar,
no me quedan más lugares donde poder escapar,
y ahora estoy mucho más solo
que en mi canción anterior y en mi interior; recuerdos.

No me quedan más estrofas que inventar,
no me importa si no rima o si desafino al cantar,
sólo un poco más de fuerza para imaginar,
en este mismo lugar, volver a estar de nuevo juntos.


Suerte y hasta pronto.

Francisco Espinosa.