domingo, 30 de mayo de 2021

ESTA NOCHE

 

Algo pasó esta noche.


Estaba viendo una película y, en una escena, un personaje le pide a otro que piense en los recuerdos más felices de su vida. Era una buena escena, bien lograda. Me hizo a mí querer hacer lo mismo… y ahí fue. No tengo recuerdos felices.

 

Y no, no he perdido la memoria (no más de lo normal, mi memoria de teflón) ni he tenido una vida tan miserable que no he tenido momentos felices. No. Sólo no los encuentro.

 

Y es que la idea de esos “recuerdos felices" es volver a sentir esa sensación, el sentimiento de felicidad y la calidez en el corazón, en ese metafórico corazón que te habla de ternura y cariño. Pero no lo encuentro.

 

Viene  a mi torpe, inútil cabeza recuerdos que sé que deben ser felices, que tal vez lo fueron, pero ya no los siento. Todos los instantes, las compañías, los gestos, las palabras, los roces, todo se siente ajeno. Es como ver en mi mente películas tomadas en otra vida. No lo siento. No sonrío. No me enternezco. No sé cómo se siente estar o ser o sentirse así…

 

Y la noche se hizo más oscura.

 

Ya no recuerdo quién soy, quién fui y menos quién quería ser.

 

Escribo esto porque llevo tanto tiempo contándome la ilusión, la farsa, la mentira de que soy escritor que en algún momento se volvió vicio escribir sólo para recordarme cosas, para contarme más mentiras, para lapidarme más y más y más en cosas que no son mías, como esta puta falsa idea de que escribo, de que sé, de que soy.

 

Publico aquí porque, así como yo, este lugar también está olvidado y no importa a nadie. Porque me toca despedirme en algún lugar y qué mejor que aquí, donde nadie está, ni yo.

 

Aquí , ahora, esta noche… me empiezo a decir adiós.

viernes, 20 de septiembre de 2013

UN PROBLEMA DE LÓGICA


Todos los días nos enfrentamos a información, problemas o afirmaciones que ponen a prueba nuestra credulidad. Es común escuchar cosas que no tienen sentido para nosotros y de las que dudamos o, por el contrario, que tras un instante de introspección podemos decir que las creemos ciertas pues nos parece “lógico”. ¿Cuántas veces hemos dicho eso para referirnos a cosas que creemos verdad o no? “Me parece lógico”. “No es lógico”. No es ni siquiera algo muy consciente o que requiera una investigación exhaustiva, sino que simplemente confiamos en nuestra capacidad deductiva para encontrar la verdad de una u otra afirmación.

El problema es que muchas veces lo que resulta lógico para nosotros no es, necesariamente, la verdad.

Aclaro de una vez que no pretendo- ni quiero- hablar de la “lógica” como disciplina filosófica (aunque habrá veces en que tengamos que cruzar un poco el tema), sino de aquella que se da por llamar “lógica natural”, “sentido común” o “capacidad deductiva”.

Imaginemos por un momento: Son los inicios de nuestra especie. Nuestro cerebro se adapta y crece para comenzar a formular ideas y preguntas abstractas. En este mundo, el día- lleno de sol, calor y luz- resulta un mundo tranquilizador, mientras que la noche- oscura, fría, llena de terrores- significa la muerte en muchos sentidos para esos primeros humanos. Sin embargo, en base a la observación y la repetición del fenómeno, deducimos que hay dos figuras que llenan el cielo durante esos momentos. Como para entonces nuestra capacidad de abstracción es poca, tenemos que creer que todo lo que nos rodea responde a nuestros mismos deseos, intereses y características. Por tanto, llegamos a la conclusión de que el sol sale durante el día y hace que éste sea agradable, mientras que, cuando el sol se cansa, la luna cuida la noche y trae el frío y la oscuridad. Estas respuestas pueden tener sentido de acuerdo al ambiente que planteamos, pero no las hace ciertas. ¿Por qué?

Espero disculpen que haya recurrido a un ejemplo tan exagerado, pero creo que es necesario ponerlo así para entender el peligro de depender sólo de la lógica para fundamentar nuestras aseveraciones.
           
La lógica, como herramienta cognitiva, está supeditada al conocimiento verídico que poseemos. Mientras más conocimiento poseemos, más fácil será para la lógica ayudarnos a encontrar la verdad. Es así que la lógica sigue siendo una pieza base en el método científico, pero por sí misma es sólo una herramienta retórica que está influenciada por nuestros prejuicios, percepciones y bagaje cultural. Es así que depender sólo de la lógica no es la mejor opción para hacerse de un criterio.

Quiero puntualizar que hablo de conocimiento, y por verídico hablo de científico, y no de información. Hoy en día pulula cualquier cantidad de datos, dentro y fuera de internet, manipulados, inexactos y llanamente mentirosos que sólo estorban al momento de tratar de hacerse de opiniones claras y cercanas a la verdad. Por todos lados hay gente que se beneficia de introducir miedo en las personas, de confundir la información y que se preocupan más en obtener beneficios inmediatos que en aquello que es cierto, por lo que debemos siempre estar alertas de lo que asumimos como verdad.

Aunque sé que los argumentos anecdóticos no son prueba de nada, quiero compartirles un ejemplo: En los últimos 12 años se ha escrito una cantidad absurda de información sobre el golpe terrorista del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York. Una rápida búsqueda en Google llevará a una infinidad de páginas que van desde las más delirantes conspiraciones a las páginas con información fidedigna del tema. Cuando se dio el ataque yo era de los que pensaban que todo había sido un complot armado desde la Casa Blanca para justificar un ataque a medio oriente. La información y los datos que lograba conseguir parecían confirmar lo que yo creía. A esto se le llama “sesgo cognitivo”, que quiere decir que sólo buscarás y tomarás en cuenta aquellos datos que corroboren la opinión que tú ya te formaste. Sin embargo, cuando se investiga a fondo, se puede encontrar la información correcta y la que señala la verdad sobre lo que sucedió ese día. Si escuchas a todos los que apoyan la versión de los hechos, difunden las mismas mentiras y no se toman el tiempo de corroborar, mientras que los dictámenes de ingenieros, arquitectos, bomberos y expertos al respecto son sencillamente señalados como “información comprada” o “mentiras mediáticas”. La verdad es que la ciencia no miente y todos los datos de lo que pasó ese día soportan el hecho de un ataque terrorista por fundamentalistas islámicos. Lo que pasó después, ya puede ser cuestionable de acuerdo a la moral y a la historia. Pero todavía hoy me cuesta creer lo que acabo de escribir. Hay una parte de mí que está segura de mi primera impresión y que sigue buscando ese sesgo informativo y las pruebas, datos, investigaciones y hechos científicos no tienen sentido para mí. No me parece lógico que no haya un sistema de defensa, que no hayan visto venir los aviones, que uno de ellos haya sido derribado por sus pasajeros, que las torres se colapsaran como lo hicieron, que haya alguien que pueda pensar ese tipo de plan si no es para enriquecerse, etc. La lógica- MI lógica- me dice que hay algo escondido, pero mientras más enfrentas esa hipótesis con los datos, más falsa resulta… y aun así…

Esto lo expongo para que sepamos que a veces hay que ir, incluso, contra nuestra propia lógica. La ciencia nos enseña que, lo primero que hay que hacer para sustentar una teoría, es ponerla en duda. Lo mismo debemos hacer con nuestras ideas, nuestros prejuicios y nuestras presuposiciones más profundas. Confiar sólo en nuestra lógica es caminar sin mapa, siguiendo un camino que no sabemos en realidad a donde va, pero que preferimos seguir porque es donde estamos parados. Hay que leer, pero hay que saber qué y cómo leer, cómo preguntar y cómo verificar las fuentes. No se trata de que todos seamos científicos o especialistas, sino de saber cuáles son las fuentes confiables que publican información confiable. Una de las ventajas de la ciencia es que, para ser considerada ciencia seria, ésta debe confirmar sus datos por pares, es decir; otros científicos independientes tienen que llegar a los mismos resultados siguiendo el mismo procedimiento. Cuando esto sucede, entonces se publica y se confirma.

El conocimiento real no es sólo almacenar una serie de datos diversos, con fuentes indiscriminadas y sin filtrar la información. Para poder tener un proceso lógico sano y correcto, debemos comenzar por filtrar la información, aprender a leer para entender correctamente y confirmar la información que creemos poseer. Sólo entonces el conocimiento que poseemos nos podrá guiar a respuestas lógicas cercanas a la verdad.

¿Por qué hago este escrito? Porque cada día más me encuentro con gente que cree aquello que es conveniente, pone su vida en manos de charlatanes, predica ideas y pseudociencias sólo porque les parecen “lógicas” sus deducciones. Porque es peligroso confiar en nuestra lógica y no en el conocimiento y me asusta que lleguemos a un punto donde todo lo que hemos logrado como cultura, como especie, se pierda. La lógica es una herramienta pero no es, ni debe ser, la única que usemos para hacernos de un criterio, para opinar o actuar.

Para variar… démosle una oportunidad a la razón. ¿Qué dicen?

Suerte y hasta pronto.

Francisco Espinosa.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

DESPUÉS DEL LXXX ANIVERSARIO DEL CMLL


Si se tuviera que elegir una sola palabra que describiera la función del LXXX Aniversario del CMLL sólo podría ser… Decepcionante.

Ahora, no me malentiendan; esto no habla de la calidad de las luchas, los luchadores o el espectáculo. Habla de una percepción general que permeó durante toda la función, incluso más allá de la indiscutible entrega de los gladiadores. Los resultados de cada enfrentamiento iban dejando una sensación de desagrado en el respetable que, afortunadamente, abarrotó la Arena México para esta fiesta.

Pero vamos por partes. ¿Qué pasó el pasado viernes 13 de septiembre en la Catedral de la Lucha Libre Mexicana?

PREVIO A LA FIESTA


Como todos saben, el viernes el centro de la ciudad se vio invadido por eventos lamentables que impidieron el tráfico por un buen par de horas y mantuvo a todos con el pendiente de lo que pasaría en las cercanías de la México. Afortunadamente, para una hora, al menos, previo al evento, el tráfico ya se había normalizado y la fiesta se respiraba en pleno. Justo antes de la función- 2 horas antes-, en la tienda de Blue Demon Jr. que se encuentra al lado del estacionamiento de la Arena, se anunció la presencia de 2 leyendas de los cuadriláteros, y parte fundamental de los 80 años de lucha libre en nuestro país; Mil Máscaras y Dos Caras. Alguien inteligente vio la oportunidad del festejo para acercar a 2 leyendas a la fiesta y hacer su agosto con los asistentes (y espero que el Consejo tome nota, porque si algo le hizo falta a la función fueron las leyendas que hicieron los 80 años de historia de la empresa y la lucha en general), ofreciendo firmas, máscaras y fotos de estos 2 grandes gladiadores. Ya entre quienes esperaban su turno para pasar un momento con los Hermanos Máscara (y es que el tercer hermano; Sicodélico, también hizo su aparición) se notaba el ambiente de fiesta y las ganas de pasar una noche inolvidable. Se comentaban los encuentros que se verían en la noche, se daban pronósticos (incluyendo, y esto es importante, el conocimiento generalizado de que el enfrentamiento estelar sería entre los jóvenes retadores y no los consagrados) y había altas esperanzas de una buena función.

Para mí, lamentablemente, el inicio del festejo se amargó un poco, pues no pudimos tomarnos la deseada foto con las leyendas enmascaradas, pues el organizador quiso pasarse de vivo y no nos pareció correcto. Nos dirigimos a la Arena y había mucha, muchísima gente comprando los pocos boletos que quedaban. Seguía la emoción que vibraba entre los asistentes y los comentarios de altas esperanzas para la noche. Entramos, buscamos nuestros asientos y, poco a poco, vimos llenarse una Arena México que no tardó más de 2 luchas en lucir a su máximo cupo (los asientos vacíos no llegaban a la media centena). Y así, poco a poco, dio comienzo el LXXX Aniversario.

LA PRIMERA LUCHA


Con apenas unas cuantas filas de asientos vacías en la parte de abajo, balcones y preferente casi llenos y las gradas llenándose con aquellos que lograron encontrar boletos en las taquillas (o los revendedores), la función arrancó con la voz de Leobardo Magadán, dando paso a un video con un recuento de los Aniversarios más recientes. Las edecanes salieron a dar un número de baile en la pasarela y el encordado, levantando el ánimo de los presentes. Así, se dio la bienvenida al primer enfrentamiento de la noche: Duelo de tercias, México contra Japón.


Los nipones salieron a demostrar la calidad de rudos que son, mientras los mexicanos, incluso un crecido Fuego que se dejó ver más seguro y efectivo que en todo lo que va del año, demostraron su calidad y habilidad luchística. Hay que reconocer que no hubo mucho ras de lona, llaveo ni bailes extensos y disfrutables, pero el intercambio en el que se enfrascaron los 6 gladiadores fue espectacular y nos dieron un encuentro digno de estos grandes luchadores que, a inicios del 2013, figuraban en los carteles estelares de la empresa. Sin embargo, al final de la contienda vino el primer golpe para el público presente: Tras 3 caídas bastante buenas, los japoneses se alzaron con la victoria, para ir a vestidores envueltos en los primeros abucheos de la noche.

EL ESPECTÁCULO Y LA SORPRESA


Para la segunda lucha, los gritos de “¡Porky! ¡Porky! ¡Porky!” llenaban el recinto, quienes esperaban ver salir al otrora Mosquetero del Diablo, acompañado del jovencito Titán y su vástago Máximo, listos para enfrentarse a unos rudos de gran peso y contundencia. El Brazo de Plata salió luciendo su antigua máscara, para beneplácito de sus aficionados de mayor tiempo, y arrancó la lucha. Ésta fue, indiscutiblemente, un gran encuentro, donde el carisma, la agilidad y la experiencia de los Alvarado salió a flote. Lamentablemente, pasó lo que me temía; con todo lo que puedo reconocer de padre e hijo, la inexperiencia de Titán, quien se pasó el tiempo malabareando y no luchando, fue aprovechada por los rudos de mayor tonelaje y colmillo más grande y retorcido. Al final, Mephisto demostró una calidad sobresaliente como líder, llevando a su equipo al triunfo, tras derrotar (y lastimar) a Máximo y a su padre.


Por segunda ocasión en la noche, más de 17 mil personas vieron caer a aquellos que más vítores recibían de los presentes.

LA CRÓNICA DE UNA VICTORIA ANUNCIADA


La tercera lucha fue un pequeño descaro, en el sentido que sólo podía tener un resultado. Sigue siendo de resaltar el gran apoyo que tiene el Negro Casas en la México, sin importar el bando en el que milite. Apenas salió y comenzó a darse con Rush, el coso se lleno de gritos y apoyo al mayor en activo de la Dinastía Casas. Hubo un par de momentos en que, como se pensaba, el 4:40, Shocker y Terrible se lanzaron contra el hijo del Toro Blanco, pero en el colmo de la desfachatez, el niñato se los sacudió a los 3, dejándolos barridos. Lo mejor del combate fue la sorpresiva calidad de Vangellis a ras de lona y lo bueno que sigue siendo Shocker, a pesar de la lesión en la rodilla que le operaron el año pasado, logrando momentos muy buenos, aunque con luchadores de escasa experiencia. Sin embargo, a pesar del apoyo que tuvieron el Negro y Shocker a lo largo del combate, la lucha la ganó Rush llevándose el segundo gran abucheo de la noche.

LA RENDICIÓN DE LA PANTERA


Les aseguro que para mí no es nada fácil escribir estas líneas. El encuentro entre Panther y Averno estaba marcado para ganarse por rendición exclusivamente, es decir; el triunfo sólo podría llevárselo aquel gladiador que pudiera castigar a su oponente con una llave hasta rendirlo, y no valían espaldas planas ni conteos fuera del ring. Así, durante las primeras 2 caídas vimos una cátedra de castigos de todos los tipos. La lucha arrancó, como los cánones mandan (o mandaban, que con estos chamaquitos cirqueros ya no se sabe), a ras de lona. Llave y contra-llave. Buscando, explorando, midiendo. La primera caída fue para Averno. La segunda cambio de velocidad, pues Panther encontró mejor su punto de equilibrio y se llevó a Averno con un castigo al brazo que lo dejó sentido. Así, en el último tanto del combate y con la Arena retumbando al grito de “¡Panther! ¡Panther!”, la lucha parecía ya para el Maestro lagunero, cuando Mephisto, second de Averno, tiró la toalla al ring, distrayendo al experimentado para que el hijo de Rodolfo Ruíz pudiera meterle un castigo que, tomado por sorpresa, Panther no pudo aguantar y rendirlo.


Es difícil describir lo que se sintió en la Arena en ese momento. La cabellera de Panther cayó sobre el enlonado como el ánimo de mucha gente... sin saberlo, comenzaba a cuajar una sensación general de enojo que, con la siguiente lucha, sería más que palpable.

¡FRAUDE! ¡FRAUDE! ¡FRAUDE!
 
Pautada a una caída, la pelea de relevos increíbles que definiría la pelea estelar de la noche arrancó con gritos para la pareja de consagrados del CMLL. El duelo inició de forma intempestiva, con Atlantis y el Guerrero recordando viejos tiempos y glorias; acoplándose como la gran pareja que algún día fueron, la lucha parecía definitivamente suya. Y de pronto… lo que todos sabíamos que iba a pasar, pero no de esa forma. Una caída absurda de ni siquiera 5 minutos, en la que con 2 movimientos los jóvenes dan la voltereta y ganan la oportunidad de jugarse las máscaras en el LXXX Aniversario. Apenas el referee contó los 3 segundos de las espaldas planas, incluso antes de que Volador Jr. y Sombra se incorporaran. El lugar se llenó de un sonoro abucheo. Conforme los luchadores iban saliendo del ring, los abucheos se fueron transformando en un escandaloso grito de “¡Fraude! ¡Fraude!” que llenó la catedral de la lucha libre, rodeando a un Guerrero y un Atlantis derrotados y sometidos a la furia de ese monstruo de 17,000 cabezas.


Desde el viernes pasado hasta hoy se ha repetido mil veces en páginas, blogs, redes sociales, periódicos y revistas: No hubo fraude. Las reglas y los planteamientos del evento estaban claros y no hubo nada que no se cumpliera. Siempre estuvo latente la posibilidad de que la lucha estelar no fuera la máscara contra máscara entre Atlantis y Último Guerrero, pero eso no quita que fuera lo que esperábamos todos. Además, como lo dije antes, sí se necesitaba ser muy ingenuo para creer que los que se jugarían su incógnita serían 2 de las últimas grandes leyendas que le quedan al CMLL. La empresa necesita estirar esa rivalidad lo más que pueda para sacar mayor jugo a la noche en que de verdad apuesten sus máscaras.

Creo que lo que pasó esa noche en la México fue la suma de una noche de decepciones para el grueso de la audiencia: Ninguna victoria había comulgado con los gustos de la mayoría de los presentes y eso iba generando una sensación de descontento y desconfianza. Sin embargo, estoy seguro que si la lucha hubiera sido como podría esperarse, con una caída sin límite de tiempo, con los 4 contendientes demostrando su calidad y desquitando encima del ring lo que fueron a demostrar, entonces otra habría sido la actitud de la gente. Pero no. En vez de eso, tuvimos una lucha rápida, con un buen inicio, pero mediocre en su desenlace. Una caída de menos de 5 minutos y ganada en 2 movimientos. 5 minutos y 2 movimientos; es lo que cuesta, para el Consejo Mundial de Lucha Libre, la esperanza de su público.

LA LUCHA QUE NADIE RECORDARÁ


Después de los dichosos relevos increíbles, salió toda la compañía de edecanes del Consejo a deleitar al respetable con otro numerito de baile. No importaban los contoneos, el volumen escandaloso en que estaba la música, las luces ni los props usados. Nada parecía que borraría la indignación de los presentes a la Arena esa noche. Abucheos, gritos de “¡Fraude!” y mentadas se escuchaban en todo el recinto. Y esto duró media hora. Incluso cuando terminó el baile y comenzó la lucha por el Campeonato Mundial de Tríos.


Debo reconocer y dar todo el mérito que se merecen las 2 tercias que esa noche se subieron al ring y lograron dar una muy respetable lucha en medio de los gritos, la indignación y el coraje. Con un encuentro que en cualquier otra noche hubiera sacado chispas entre los aficionados, Los Estetas del Aire y Los Revolucionaron del Terror se dieron con todo buscando el campeonato. No importaba la mayor experiencia y peso de los rudos, los muchachos se crecieron y se entregaron en el ring buscando cambiar el ánimo de los presentes. Lamentablemente, fallaron, pero lograron retener el campeonato.


Esa noche debería haber sido la consagración para el niño de plata y oro del Consejo, pero en realidad se convirtió en la noche en que, quizá por primera vez, se escucho gritar dentro de la gran catedral mexicana de la lucha libre “¡Triple A! ¡Triple A! ¡Triple A!”.

LA IRREDIMIBLE DECEPCIÓN

Y llegó la lucha estelar. Sombra y Volador Jr., a estas alturas, tenían todo en contra. El ánimo no se había calmado cuando los gladiadores subieron al cuadrilátero. Cualquiera que sepa de lucha libre podrá dar recuento de lo que fue una gran lucha estelar para el LXXX Aniversario. Ambos gladiadores, firmes en su estilo, dieron una lucha llena de entrega y en la que desquitaron la apuesta.


La primera caída le perteneció al depredador del aire, mientras los abucheos y los gritos que señalaban “fraude” se seguían escuchando. Para la segunda la indignación fue bajando, hasta el final en el que Sombra se levantó con el triunfo del segundo round. El tercer capítulo de la contienda se veía difícil y, como lo han hecho siempre, ambos luchadores se entregaron en el ring, dando todo lo que tenían para dar. Poco a poco la gente se fue volcando en la apreciación de la contienda y apoyando a su favorito: Volador Junior. Hay que reconocer la calidad de estos dos luchadores para transformar el ánimo del público, especialmente el carisma y la experiencia del hijo de Remo Banda, quien lograba llamar, poco a poco, el apoyo y la emoción de los más de 17,000 espectadores. Cuando Volador brillaba, la gente gritaba su nombre esperando su victoria. Cuando Sombra lograba voltear la situación, la Arena volvía a los gritos y al enfado. Y entonces, el descenlace:


Volador Jr. dijo llamarse Ramón Ibarra Rivera. Apenas terminó el conteo de las 3 palmadas, la gente se deshizo en gritos de enojo, de coraje, de la más pura (e injustificada) indignación. Lanzaron al ring vasos con y sin cerveza, papeles y más cosas, como si eso cambiara el resultado. Sombra se llevó un triunfo agridulce; se fue con la máscara de su rival en las manos, pero con un odio irracional del público hacia él. Su triunfo fue legítimo, pero nada cambiaría ya la percepción de una noche decepcionante para los aficionados en la México Catedral.


Pasó la fiesta del LXXX Aniversario de la lucha libre en México. Se acabó el espíritu de júbilo, los buenos deseos y las sonrisas. Miles de villamelones gritaron “fraude” para desahogar una frustración extraña por una noche extraña. Todos se quejarían y hablarían de lo “predecible”, lo “falsa”, lo “mala” que es la lucha libre del CMLL. Pero el próximo año ahí estarán, volviendo a llenar de 17,000 almas la Arena México. Mientras, afuera, pude ver a una señora de la tercera edad recorriendo los puestos de vendimia de la calle de Doctor Lucio buscando, con cierta ilusión, algún recuerdo con la efigie de Blue Panther. Ella terminó la noche con un caballito de tequila (doble) con la máscara del maestro lagunero y el corazón un poco más vivo, aunque tal vez triste por la pérdida de su ídolo. Pero ella, como yo, sabe que así es la lucha libre, y ambos esperaremos la noche en la que Panther se levante y derrote a Averno, como debió ser esa noche.


Suerte y hasta pronto.

Francisco Espinosa.

Nota: Las fotos publicadas en esta entrada fueron tomadas del sitio oficial del CMLL, como una forma de recuento del festejo, sin ánimo de lucro ni pretendiendo violar los derechos de ninguna persona o institución. Las imágenes que pueden disfrutar fueron tomadas por el fotógrafo oficial del Consejo, Alexis Salazar, como lo muestra el copyright que aparece en cada una de las fotos. Muchas gracias.

jueves, 12 de septiembre de 2013

CAMINO AL LXXX ANIVERSARIO DEL CMLL (PARTE III)


Ya estamos a un día de la fiesta. En esta semana, el CMLL ha inaugurado una exposición de fotos sobre Paseo de la Reforma, en las rejas del Bosque de Chapultepec, para la apreciación del público, así como ha develado un nuevo mural conmemorativo en las paredes altas de la Arena México. También, el día de ayer, salió a la venta una edición especial de la revista Box Y Lucha, la publicación más longeva en la materia, donde celebran con una selección, a su criterio, de los 80 luchadores más influyentes de la historia del pancracio mexicano. Todo para llegar mañana a un verdadero agasajo luchístico para todos los aficionados.

Quizá a muchos esta pasión que de pronto estoy explorando les parezca una sorpresa. Si bien muchos sabían de mi gusto por la lucha libre, rara vez comentaba algo, veía alguna lucha y, mucho menos, hacía tantas menciones sobre el tema en mis espacios virtuales (o reales). Pero es que la pasión siempre ha estado conmigo, pero la vida me fue llevando por otros lados, además de ciertas circunstancias, que la pusieron en pausa. Déjenme contarles un poco…

LA LUCHA LIBRE Y YO


Recuerdo, como suele recordar uno esos años, cuando era niño y veía las viejas luchas televisadas en la recámara de mis padres. No puedo decir qué día de la semana pasaban, no tengo presente un solo cartel, no puedo ver una máscara o un nombre que me parezcan familiares, pero recuerdo la emoción, las charlas con mi padre, los comentarios de mi madre y la que entonces me parecía una cama enorme donde brincaba impresionado con cada llave y cada golpe. Eran los inicios de los ochenta, antes de que algún ejecutivo televisivo decidiera no transmitir más las funciones de lucha. Así pasaron muchos años y mi infancia, sin lucha libre, hasta que nos volvimos a encontrar.

En los últimos años ’80 Televisa volvió a transmitir los encuentros de la entonces llamada Empresa Mexicana de Lucha Libre. Pasaban los sábados, a muy altas horas de la noche, quizá creyendo que los niños ya estarían dormidos y no había riesgo alguno de que trataran de imitar los lances y los golpes. Yo ya iba en secundaria y, cuando podía (siempre he sido ente nocturno), me desvelaba para verlas tratando de recuperar, de alguna forma, esas vagas sensaciones de la infancia. Y entonces llegó un fin de semana del ’89 que, en muchos sentidos, cambió mi vida:


Mi familia se cambió de casa. Como mi madre y mi tío trabajaban toda la semana, sólo pudieron hacer la mudanza en sábado que, desde temprana hora, se volvió un caos del que me pude mantener ajeno. Llegó la noche y me quedé a “dormir” en la sala, por alguna razón, y me puse a ver la tele. Las luchas. Resultó que el encuentro estelar de esa noche sería un mano a mano, cabellera contra cabellera, entre Daniel López, mi admirado Satánico, y Juan Manuel Rodríguez, La Bestia Salvaje. Es muy probable que mi memoria exagere, pero puedo jurar que el primer round duró 10 minutos, el segundo duró 30 y el tercero fue una hora de castigos que parecieron interminables hasta que Satánico pudo vencer a su rival. Esa noche entendí lo que era la lucha libre; la garra, el entrenamiento, las llaves, las contra-llaves, los lances, las apuestas, la entrega, el espectáculo, el deporte, la ciencia y el arte que se necesitan para subir a un ring.

Desde ese momento, la lucha libre pasó a formar parte de mis obsesiones adolescentes junto a los cómics, la música y la televisión. Compraba cada ejemplar que salía de Box Y Luchas, Colosos del Ring, Gladiadores, Sensacional de Luchas, etc. También pasaba horas y días buscando, rascando por ediciones viejas de Halcón, Lucha Libre y cualquier revista que pudiera encontrar. Me aprendí el nombre de cada llave, su creador y cómo funcionaba. Me enamoré de Lizmark, me apasioné con Súper Astro, admiraba al Satánico, al Dandy, al Rayo de Jalisco Jr., a los Dinamita, a Octagón, a Kung Fu y Kato Kung Lee, a Ringo Mendoza, al Solitario, a Atlantis y al Ángel Azteca. La lucha libre formaba parte de cada día de mi vida…


Y entonces llegó la AAA.

Si bien su primer año, quizá los primeros 2, fueron en verdad emocionantes y buenos, pues en su primera etapa lograron conjuntar un elenco de las fuerzas independientes y cualquier cantidad de coliseínos que volvieron esas funciones en un deleite luchístico, poco a poco dejaron entrever el tipo de espectáculo barato y de vodevil en que se irían convirtiendo con los años. Por aquel entonces yo ya me había alejado un poco de la lucha, pues mi primer amor (el cómic) me había llevado por otros senderos, pero seguía viendo los encuentros y adquiriendo algunas de las revistas. Pero lo que entonces se veía no era mi lucha, así que me alejé.

Con el tiempo la gran mayoría de los datos que había aprendido se fueron borrando para permitir entrar nueva información a mi cabeza. De vez en cuando veía alguna función que me hacía recordar lo que era la lucha libre de mis amores (el mano a mano de El Hijo del Santo y Negro casas en el ’96, por ejemplo), pero entre el horario incómodo en que programaron sus transmisiones y mis ocupaciones, mi gusto se fue quedando de lado. En el 2000 pude llegar a escribir el cómic de Tinieblas, por lo que pude hacer uso de mucho de esa pasión, incluyendo pelear con buena parte del equipo para que Tinieblas fuera un luchador y no una mala especie de superhéroe. Muchas de mis escenas favoritas en el cómic tienen que ver con un ring, un entrenador, un promotor y una función de lucha (además de unos robots y un científico loco que adoré). Pero de ahí en fuera, mi contacto con el arte del catch ha sido escaso.


Sin embargo, a finales del año pasado, comenzando a vivir con mi pareja, un sábado en casa iban a comenzar las luchas en televisión y, pensando que a ella podrían gustarle, nos pusimos a verlas. Para mi sorpresa, no sólo le gustaron, sino que se volvió una verdadera aficionada, comenzando a ir con ella a las arenas (cosa que nunca hice antes, ahora no explico por qué), buscando máscaras, publicaciones de nuevo, fotos y recuerdos con los luchadores. De nuevo me encuentro con el niño que brincaba en la cama emocionado y con el adolescente que caminó por las calles de Bondojo tramando historias donde el Ángel Azteca y Atlantis eran los protagonistas.

La vida sigue y en mi cabeza siguen existiendo enmascarados que quieren salir a contar sus vidas mágicas al mundo. Luchadores reales e imaginarios se ven a los ojos y agitan mi corazón. Por eso, por esa historia mía, por ese pedacito de 80 años de historia, la fiesta de este viernes me llevó a escribir estas líneas y dar mi opinión. Como la que tengo sobre…

LA LUCHA ESTELAR

Como ya expliqué ayer, hasta este momento no sabemos cuál será la lucha estelar. Por eso, saltándome los antecedentes que ya di ayer, paso a dar mis expectativas sobre cualquier de las 2 luchas que puedan cerrar la fiesta del LXXX Aniversario la madrugada de mañana.


Opción 1: Mano a mano; máscara contra máscara.

Técnico: Sombra.

Rudo: Volador Jr.

Esperanza: Qué puedo decir que no se haya dicho ya. Los 2 luchadores son de las mejores cartas jóvenes que hoy día tiene el CMLL: Volador, El Depredador del Aire, es contundente, ágil y rudo. Atrabancado cuando se encrespa, pero duro de vencer. Sombra, La Silueta Espía, ha sido el enmascarado de esta nueva camada del Consejo que mejor sabor de boca me ha dejado. Recio, rotundo, sereno y efectivo en sus castigos. De fuerte musculatura y buena condición física, sabe mantener la mente fría y seguir su estrategia hasta conseguir el triunfo. Hay que decir que el enfrentamiento no decepcionará y, seguramente, dejará un gran sabor de boca si se llega a realizar, aunque se puede argumentar que el precio del boleto era demasiado para el duelo. Sin embargo, por mi parte espero ver un encuentro de jóvenes gladiadores en la parte alta de la ola de su carrera. Mi predicción: Volador Jr. pierde la máscara y Sombra se encumbra como el nuevo verdugo de capuchas del CMLL.


Opción 2: Mano a mano; máscara contra máscara.

Técnico: Atlántis.

Rudo: Último Guerrero.

Esperanza: ¡Un luchón! Básicamente, el encuentro por el que valdría la pena pagar esos precios, incluso si el resto de los combates fueran malos. Último Guerrero ya tiene una carrera de casi 25 años en la que ha cosechado varios y jugosos triunfos, como diversos campeonatos en muchas ocasiones, exitosos viajes a Japón y E.U., donde incluso ganó la copa World X de la promotora estadounidense TNA en 2008, así como algunas máscaras muy cotizadas como la de Míster Águila y, la más importante, el Villano V. Atlantis, El Ídolo de los Niños, no se queda atrás en una carrera que ya cumple 30 años, en la que los logros y triunfos, campeonatos, viajes y reconocimientos han ido y venido con singular alegría, pero quizá lo más interesante sea que Atlantis es ya conocido como un verdadero verdugo de máscaras; desde su primer año de carrera arrebató la máscara de El Talismán, comenzando así una racha de apuestas que ha ganado, incluso teniendo todo contra corriente. En su poder están las capuchas de grandes ídolos, con mayor carrera y tradición, como lo son Kung Fu, Mano Negra y la del Villano III. Ambos gladiadores tienen todo para dar una lucha para recordar (y ambos guardan en sus casas las capuchas de 2 integrantes de La Dinastía Imperial, cosa a resaltar pues vencer a un Villano no es pequeño logro), por lo que todas mis esperanzas están puestas en que ésta sea la lucha estelar. No puedo hacer una predicción, pero mi corazón pide que Atlantis levante los brazos mañana con la incógnita de Último Guerrero en sus manos.

Así termina esta serie de escritos en camino a la gran noche del LXXX Aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre y de la lucha libre en México. Esperemos que sea una noche como lo merece: ¡De leyenda!


Suerte y hasta pronto.

Francisco Espinosa.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

CAMINO AL LXXX ANIVERSARIO DEL CMLL (PARTE II)

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Quedan 2 días para la fiesta de la lucha libre y no puedo esperar. En buena parte, mi emoción se debe a 2 enfrentamientos en concreto; uno de los semifinales y, claro, el que espero sea el evento final.

Entiendo que para la gente que ve la lucha libre como mero espectáculo, lejos de las “auténticas” emociones deportivas, no comprenda cómo se pueda vivir con tal intensidad un encuentro así encima de un ring. “No se pegan de verdad”, escucho decir a algunos. “Es puro circo”, declaran otros. “Los resultados ya están arreglados”, escriben miles de “expertos” en internet. Pero la verdad es que, cuando aprendes a apreciar la lucha libre en su justa dimensión, te das cuenta que no es exagerado llamarla deporte, espectáculo, arte y leyenda. Esperen, lean y me explicaré.

EL ARTE DEL PANCRACIO


Entendemos como deporte toda actividad física, ejercida por diversión o competencia, que requiere entrenamiento y está sujeta a ciertas reglas. Es así como sabemos que disciplinas tan lejanas como el levantamiento de pesas, el nado sincronizado y el rugby son deportes en toda regla. Ahora bien, sabemos que un espectáculo es aquella cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles. En ese entendido, casi todos los deportes son, también, un espectáculo (excepto el golf, el béisbol y las artes marciales mixtas, la verdad, que son la mar de aburridos), pero basándonos sólo en estas descripciones seguimos sin saber qué hace que la lucha libre sea tan diferente… y tan mal vista.

Quizá la cuestión radica en esa vena más espectacular que tiene la lucha libre; en las máscaras, las capas, las luces. Los personajes y los bandos. Los lances y los gritos. Los árbitros y los comentaristas. Todo dentro de la lucha libre parece escrito, diseñado, programado. Todos tienen un papel y lo juegan al máximo. ¿Pero esto lo hace menos deporte o con menor valía que otros? ¿No son estos hombres, también, atletas de alto rendimiento que se juegan la vida con cada función?

Los luchadores son deportistas que necesitan desarrollar diversas cualidades, no sólo físicas, sino artísticas y mentales. Un encuentro de lucha libre que se precie es un baile, no ensayado, sino familiar, en el que ambos contrincantes leen sus cuerpos, sus posturas, sus movimientos. En la base de la lucha no está el “lastimar” al contrincante, sino en aprender a bailar con él, a encontrar sus puntos débiles y explotarlos. Los mejores enfrentamientos son aquellos que PARECEN coreografiados, donde las llaves, los lances y las contra-llaves se combinan para transformarse en un movimiento continuo, permanente y fluido. Se castigan las piernas, los brazos, el estómago, la espalda, la cabeza. Las patadas y los golpes complementan el baile, pero no son el corazón del juego. El cuerpo de uno y del contrario debe estar listo para unirse en una dinámica newtoniana de acción y reacción que lleven a una victoria. Es, en ese sentido, táctica y movimiento. Un ajedrez jugado con cada parte del cuerpo.


O al menos así es como debería ser.

Una vez que aprendes a verlo así, te das cuenta que lo demás sale sobrando. Al día de hoy, sé que fuera de la gimnasia no hay otro deporte que te obligue a conocer y dominar más tu cuerpo que la lucha libre, con la complejidad agregada de aprender a reconocer el cuerpo del otro. Hay golpes reales, castigos ciertos y sangre auténtica en los enfrentamientos, así como también hay gritos, caracterizaciones, máscaras y mitos. Yo no sé si las luchas se arreglan (o no me consta, vamos) previamente, no sé si se ponen de acuerdo en las rivalidades o si ensayan antes de cada función. Lo que sé, es lo que veo en el ring, en un cuadrado de 6 por 6 metros donde un grupo de deportistas suben a entregar la vida con tal de entretenerme. Y, afortunadamente, hay muchos que todavía lo hacen bien.

Como algunos de los protagonistas de las luchas semifinales de este viernes.

LUCHAS DE APUESTAS


Cuarta lucha: Mano a mano; cabellera contra cabellera.

Técnico: Blue Panther.

Rudo: Averno.

Antecedentes: Mientras Panther es y ha sido durante ya mucho tiempo (acaba de celebrar 35 años de carrera) una de las figuras de mayor calidad técnica y con más garra (pun intended) del reparto del CMLL. Averno, por su lado, ha ido creciendo en sus casi 20 años en los encordados, logrando mayores y menores victorias al paso del tiempo desde que el Satánico lo reclutara para su grupo de Los Infernales. Hoy en día, sería miope no aceptar que Averno es uno de los rudos más carismáticos con los que cuenta el Consejo (su crecimiento tras perder la máscara ha sido destacable), pero como luchador, al menos yo, no daba mucho por él. Eso cambió hace algunos meses en los que en una lucha de tríos frente al Maestro Lagunero, Blue Panther, ellos 2 solos se enfrascaron en una de las luchas más técnicas y mejor logradas en un buen tiempo en la Arena México. Durante toda la primera caída, Averno (para mi sorpresa) logró bailar al ritmo de Panther e, incluso, sorprenderlo en algunas ocasiones. La victoria de esa caída, claro, la ganó la experiencia de Panther, pero inició un pique de los más emocionantes que se han construido en el CMLL en el último año. Si a eso sumamos un supuesto rencor por parte de Averno, pues Panther lastimó severamente a su padre, Rodolfo Ruiz, en una lucha cuando el último ya estaba retirado, el encuentro pinta para dar de qué hablar.


Esperanzas: Por mucho; el duelo de la noche. La calidad que demostró a últimas fechas Averno me hacen poner todas mis esperanzas en que este encuentro sea una muestra de calidad luchística. Sobra decir que Blue Panther se encuentra entre mis luchadores favoritos, además de que ha dado sobradas pruebas de ser de los gladiadores más entregados a su oficio dentro del CMLL. No se ha dejado oxidar, entrena férreamente en el gimnasio y sigue dando el cien en cada encuentro. Averno, por su parte, tiene todo para demostrar su calidad en este encuentro y demostrar todo lo que el Satánico le pudo haber enseñado. Mi apuesta: Gana Panther, pero no será un triunfo fácil.


Quinta lucha: Relevos Increíbles.

Primera pareja: La Sombra y Volador Jr.

Segunda pareja: Atlantis y Último Guerrero.

Antecedentes: Ésta va a ser un poco difícil de explicar. Buscaré ser conciso: Atlantis y Último Guerrero por mucho tiempo formaron parte de una agrupación llamada “Los Guerreros de la Atlántida” en honor a sus 2 líderes. Fueron compañeros y, dicen, amigos. Cuando hace unos años Atlantis decide dejar el bando rudo (porque el ídolo de los niños fue rudo varios años) y regresar al bando de sus mayores triunfos (el técnico), su compadre no se lo tomó muy bien y desde entonces traen una rivalidad destacada dentro de las filas del Consejo. Por otro lado, Sombra es un jovenazo que ha subido como la espuma en los últimos 3 años, mientras que Volador Jr. ha ido demostrando cada vez más su categoría luchística. Hace unos meses se enfrentaron por un campeonato y de ahí se ha desatado este pique, casi improvisado, entre estos jóvenes luchadores que han saltado al ruedo. Originalmente, la idea era que en el LXXX Aniversario el enfrentamiento fuera un mano a mano entre los de mayor experiencia, pero los chamacos impusieron que, si se iban a enfrentar por las máscaras, su lucha sería en el marco de la celebración y no después. Las 2 parejas (ahora resulta) quieren pasar a la historia apostando sus incógnitas en esta función, así que a los genios programadores del CMLL se les hizo buena onda hacer esta “eliminatoria” donde los 2 ganadores pasarán a enfrentarse en la lucha estelar por sus máscaras.


Esperanzas: Miedo. Mucho miedo. Lo que prometía ser una lucha estelar como no se había visto en un aniversario en varios años ahora se ha convertido en un espectáculo cuestionable. Definitivamente no por la calidad de los involucrados, sino por cómo se desarrolló el conflicto en cuestión. Si bien es cierto que el trabajo de cualquier empresa es buscar hacer más interesantes y emocionantes sus programas, este duelo no cae ni en lo uno ni en lo otro, sino que ha demostrado un completo irrespeto por parte de la directiva del Consejo a sus aficionados. Desde inicios de año lo que se quería ver era el mano a mano entre Atlantis y el Guerrero; no se hablaba de otra cosa, pero con el afán de… no sé. ¿Hacer escándalo? ¿Crear Expectativa? ¿Impulsar nuevos talentos? Hemos llegado a esto. Los 4 luchadores tienen calidad de sobra y buen cartel dentro del CMLL. Ambas luchas de apuestas hubieran sido un éxito, tanto de taquilla como de calidad, pero al juntar ambas se pierde el encanto y todo parece redundante. En fin. Mi pronóstico, en este caso, difiere de mi esperanza. Ojalá los ganadores de esta lucha sean Último Guerrero y Atlantis, que es el encuentro que quiero ver, pero sé, profundamente, que los ganadores serán Sombra y Volador Jr., para que el Consejo pueda estirar la rivalidad de los otrora amigos un poco más.


Sexta lucha: Pelea de campeonato.

Técnicos: Los Estetas del Aire; Valiente, Máscara Dorada y Místico.

Rudos: Los Revolucionarios del Terror; Dragón Rojo Jr., Pólvora y Rey Escorpión.

Antecedentes: Hace unos meses, la tercia técnica ganó el Campeonato Mundial de Tríos Versión CMLL, llamando la atención, sobre todo por la buena mezcla que lograron; la experiencia y calidad de Valiente, la agilidad de Máscara Dorada y el ímpetu del nuevo Místico han dado algunas buenas funciones, pero también han dado otras… lamentables. Por su lado, los rudos son luchadores de mayor experiencia y tonelaje y que ahora mismo buscan mejorar su cartel al ganar este campeonato.


Esperanzas: Debo decir que lo primero que me ocurrió cuando supe que ésta sería la lucha semifinal (agregada la semana pasada apenas) y que patearía un lugar abajo el encuentro de cabelleras, me molesté mucho. Dicho eso, creo que puede ser un buen encuentro, pero nada memorable. La calidad de Los Estetas deja mucho que desear- exceptuando el Valiente, pero él solo no puede llevar toda la lucha-, sobre todo con el nuevo Místico que parece subir al ring a servir de costal de entrenamiento hasta los últimos instantes en que, con 2 movimientos (porque parece que sólo sabe hacer 3 cosas) gana las peleas. En este caso, mi apuesta estaría con Los Revolucionarios por trayectoria, calidad y peso, pero como sé que el Consejo anda encumbrando mucho a su nuevo niño de oro y plata, creo que Los Estetas retendrán campeonato.

Así pues, le di ya una repasada a las luchas semifinales. Mañana espero poder estar de vuelta para hablar un poco más de la lucha estelar, esperando contar con su lectura y comentarios. Muchas gracias.

Suerte y hasta pronto.

Francisco Espinosa.