domingo, 30 de mayo de 2021

ESTA NOCHE

 

Algo pasó esta noche.


Estaba viendo una película y, en una escena, un personaje le pide a otro que piense en los recuerdos más felices de su vida. Era una buena escena, bien lograda. Me hizo a mí querer hacer lo mismo… y ahí fue. No tengo recuerdos felices.

 

Y no, no he perdido la memoria (no más de lo normal, mi memoria de teflón) ni he tenido una vida tan miserable que no he tenido momentos felices. No. Sólo no los encuentro.

 

Y es que la idea de esos “recuerdos felices" es volver a sentir esa sensación, el sentimiento de felicidad y la calidez en el corazón, en ese metafórico corazón que te habla de ternura y cariño. Pero no lo encuentro.

 

Viene  a mi torpe, inútil cabeza recuerdos que sé que deben ser felices, que tal vez lo fueron, pero ya no los siento. Todos los instantes, las compañías, los gestos, las palabras, los roces, todo se siente ajeno. Es como ver en mi mente películas tomadas en otra vida. No lo siento. No sonrío. No me enternezco. No sé cómo se siente estar o ser o sentirse así…

 

Y la noche se hizo más oscura.

 

Ya no recuerdo quién soy, quién fui y menos quién quería ser.

 

Escribo esto porque llevo tanto tiempo contándome la ilusión, la farsa, la mentira de que soy escritor que en algún momento se volvió vicio escribir sólo para recordarme cosas, para contarme más mentiras, para lapidarme más y más y más en cosas que no son mías, como esta puta falsa idea de que escribo, de que sé, de que soy.

 

Publico aquí porque, así como yo, este lugar también está olvidado y no importa a nadie. Porque me toca despedirme en algún lugar y qué mejor que aquí, donde nadie está, ni yo.

 

Aquí , ahora, esta noche… me empiezo a decir adiós.